El proyecto de ley extendería la cobertura de salud a más de 30 millones de norteamericanos sin seguro médico cubriendo a un 94% de la población y frenaría algunas prácticas de la industria.
El Senado de los Estados Unidos está listo para aprobar hoy la reforma al sistema de salud diseñada por el presidente Barack Obama, respaldando cambios en el mercado de seguros médicos y nueva cobertura para decenas de millones de norteamericanos que carecen de ella.
El Senado votará a las 9 hora local, tras cuatro semanas de debate y meses de negociaciones políticas que consumieron al Congreso norteamericano y socavaron la aprobación pública de Obama.
Se espera que los 58 senadores demócratas y otros dos independientes aprueben el proyecto, que necesita una simple mayoría en el cuerpo legislativo de 100 miembros. Los demócratas debieron esforzarse para reunir los 60 votos necesarios para superar los obstáculos de procedimiento planteados por los republicanos en los últimos tres días.
"Estamos a muy pocos pasos de la más significativa línea de llegada que hemos tenido en el Congreso en varias décadas", dijo a periodistas el líder de los demócratas en el Senado, Harry Reid.
La votación abrirá las puertas para que en enero comiencen las duras negociaciones con la Cámara de Representantes, que aprobó su propia versión el 7 de noviembre e incluye diferentes enfoques sobre impuestos, aborto y un plan de seguro médico administrado por el gobierno.
Una vez que los negociadores de ambas cámaras acuerden un proyecto único, cada una debe aprobarla nuevamente antes de enviársela a Obama para su firma y promulgación.
Los demócratas esperan finalizar esa tarea antes de que el presidente pronuncie a fin de enero su discurso "Situación de la Nación".
La extraña sesión del Senado en Nochebuena cumple con una promesa de Reid de aprobar el proyecto antes de Navidad, sorteando todos los esfuerzos de los republicanos para postergar la votación lo más posible de acuerdo al reglamento del Senado.
La reforma, que representa la máxima prioridad legislativa de Obama, generaría los mayores cambios en el sistema norteamericano de salud de 2,5 billones de dólares desde la creación en 1965 del programa gubernamental de salud para los ancianos, Medicare.
El proyecto de ley extendería la cobertura de salud a más de 30 millones de norteamericanos sin seguro médico -cubriendo a un 94% de todos los norteamericanos- y frenaría algunas prácticas de la industria, como negarle la cobertura a personas con enfermedades preexistentes.
También establecería que la mayoría de los norteamericanos tenga seguro médico, daría subsidios para ayudar a algunos a pagarlo, y crearía bolsas estatales, donde quienes carezcan de seguro puedan comparar y buscar planes.
El vicepresidente Joe Biden, un ex senador, planeaba presidir la votación y unirse después a Obama en la Casa Blanca para hacer una declaración tras la votación. Obama entonces viajaría a Hawái a pasar sus vacaciones, que aplazó hasta la aprobación final de la iniciativa en el Senado. Fuente: Reuters
El Senado de los Estados Unidos está listo para aprobar hoy la reforma al sistema de salud diseñada por el presidente Barack Obama, respaldando cambios en el mercado de seguros médicos y nueva cobertura para decenas de millones de norteamericanos que carecen de ella.
El Senado votará a las 9 hora local, tras cuatro semanas de debate y meses de negociaciones políticas que consumieron al Congreso norteamericano y socavaron la aprobación pública de Obama.
Se espera que los 58 senadores demócratas y otros dos independientes aprueben el proyecto, que necesita una simple mayoría en el cuerpo legislativo de 100 miembros. Los demócratas debieron esforzarse para reunir los 60 votos necesarios para superar los obstáculos de procedimiento planteados por los republicanos en los últimos tres días.
"Estamos a muy pocos pasos de la más significativa línea de llegada que hemos tenido en el Congreso en varias décadas", dijo a periodistas el líder de los demócratas en el Senado, Harry Reid.
La votación abrirá las puertas para que en enero comiencen las duras negociaciones con la Cámara de Representantes, que aprobó su propia versión el 7 de noviembre e incluye diferentes enfoques sobre impuestos, aborto y un plan de seguro médico administrado por el gobierno.
Una vez que los negociadores de ambas cámaras acuerden un proyecto único, cada una debe aprobarla nuevamente antes de enviársela a Obama para su firma y promulgación.
Los demócratas esperan finalizar esa tarea antes de que el presidente pronuncie a fin de enero su discurso "Situación de la Nación".
La extraña sesión del Senado en Nochebuena cumple con una promesa de Reid de aprobar el proyecto antes de Navidad, sorteando todos los esfuerzos de los republicanos para postergar la votación lo más posible de acuerdo al reglamento del Senado.
La reforma, que representa la máxima prioridad legislativa de Obama, generaría los mayores cambios en el sistema norteamericano de salud de 2,5 billones de dólares desde la creación en 1965 del programa gubernamental de salud para los ancianos, Medicare.
El proyecto de ley extendería la cobertura de salud a más de 30 millones de norteamericanos sin seguro médico -cubriendo a un 94% de todos los norteamericanos- y frenaría algunas prácticas de la industria, como negarle la cobertura a personas con enfermedades preexistentes.
También establecería que la mayoría de los norteamericanos tenga seguro médico, daría subsidios para ayudar a algunos a pagarlo, y crearía bolsas estatales, donde quienes carezcan de seguro puedan comparar y buscar planes.
El vicepresidente Joe Biden, un ex senador, planeaba presidir la votación y unirse después a Obama en la Casa Blanca para hacer una declaración tras la votación. Obama entonces viajaría a Hawái a pasar sus vacaciones, que aplazó hasta la aprobación final de la iniciativa en el Senado. Fuente: Reuters
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