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La Casa Blanca aceptó parte de la culpa por la vergonzosa violación de seguridad que permitió a una pareja sin invitación colarse la semana pasada en la primera cena de Estado del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Tareq y Michaele Salahi dicen que no se colaron a la fiesta, una afirmación que la Casa Blanca rechazó de plano.
En el más reciente giro en el caso, el representante de los Salahi dijo que la pareja se rehusó a testificar en una audiencia hoy de la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes para investigar el incidente.
El representante Bennie Thompson, presidente de la comisión, dijo posteriomente que está preparado para emitir citaciones judiciales que obliguen a la pareja a presentarse.
El representante sostuvo que, a través de sus abogados, los Salahi brindaron a la comisión declaraciones juradas y correspondencia electrónica con un funcionario de la Casa Blanca.
Los Salahi creen "que no hay nada más que puedan hacer para ayudar al Congreso en su investigación respecto al protocolo de la Casa Blanca y ciertos procedimientos de seguridad", dijo el representante en un comunicado.
El incidente, que adquirió una dimensión internacional debido a que a la cena asistió el primer ministro indio, Manmohan Singh, y a que los infiltrados dieron la mano a Obama, ya motivó una inusual disculpa pública del Servicio
Secreto.
La Casa Blanca dijo que se aseguraría de que en el futuro se destine personal propio junto a agentes del Servicio Secreto para revisar a los invitados a eventos oficiales.
"Luego de revisar nuestras acciones, es claro que la Casa Blanca no hizo todo lo que podría haber hecho para asistir al Servicio Secreto de los Estados Unidos para garantizar que sólo invitados ingresaran al complejo", dijo el vicejefe de gabinete de la Casa Blanca, Jim Messina, en un comunicado entregado a los medios.
"Como dijo el Servicio Secreto la semana pasada, los agentes no verificaron si la pareja estaba invitada antes de que ingresara a la Casa Blanca", agregó.
Las conferencias de prensa diarias de la Casa Blanca estuvieron llenas de preguntas sobre quién tuvo la culpa del error desde que se supo de él la semana pasada, superando incluso las dudas sobre la estrategia de Obama en Afganistán y el envío de decenas de soldados norteamericanos adicionales. Fuente: Reuters
En el más reciente giro en el caso, el representante de los Salahi dijo que la pareja se rehusó a testificar en una audiencia hoy de la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes para investigar el incidente.
El representante Bennie Thompson, presidente de la comisión, dijo posteriomente que está preparado para emitir citaciones judiciales que obliguen a la pareja a presentarse.
El representante sostuvo que, a través de sus abogados, los Salahi brindaron a la comisión declaraciones juradas y correspondencia electrónica con un funcionario de la Casa Blanca.
Los Salahi creen "que no hay nada más que puedan hacer para ayudar al Congreso en su investigación respecto al protocolo de la Casa Blanca y ciertos procedimientos de seguridad", dijo el representante en un comunicado.
El incidente, que adquirió una dimensión internacional debido a que a la cena asistió el primer ministro indio, Manmohan Singh, y a que los infiltrados dieron la mano a Obama, ya motivó una inusual disculpa pública del Servicio
Secreto.
La Casa Blanca dijo que se aseguraría de que en el futuro se destine personal propio junto a agentes del Servicio Secreto para revisar a los invitados a eventos oficiales.
"Luego de revisar nuestras acciones, es claro que la Casa Blanca no hizo todo lo que podría haber hecho para asistir al Servicio Secreto de los Estados Unidos para garantizar que sólo invitados ingresaran al complejo", dijo el vicejefe de gabinete de la Casa Blanca, Jim Messina, en un comunicado entregado a los medios.
"Como dijo el Servicio Secreto la semana pasada, los agentes no verificaron si la pareja estaba invitada antes de que ingresara a la Casa Blanca", agregó.
Las conferencias de prensa diarias de la Casa Blanca estuvieron llenas de preguntas sobre quién tuvo la culpa del error desde que se supo de él la semana pasada, superando incluso las dudas sobre la estrategia de Obama en Afganistán y el envío de decenas de soldados norteamericanos adicionales. Fuente: Reuters
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