La actriz de Los Vigilantes de la Playa no ha entrado con buen pie en el mundo de la moda. Pamela Anderson lanzó una línea de ropa ecológica llamada Muse, pero la compañía Maggy London ya tenía registrada esa marca.
Ahora, la actriz y modelo tendrá que enfrentarse a los tribunales acusada de plagio, y podría ser forzada a entregar los beneficios recaudados y las prendas que aún queden en las tiendas.
La empresa textil Maggy London International registró en 2002 el nombre Muse para una de sus colecciones, algo que Pamela Anderson no tuvo en cuenta a la hora de diseñar su línea de ropa ecológica, a la que puso el mismo nombre.
Según informa el diario New York Post, los responsables de Maggy London afirman haber contactado con la actriz para advertirle de la situación, pero ella se negó a cambiar el nombre a la colección que había diseñado junto al modisto Richie Rich.
Cuando llegó el turno de mostrar las prendas en desfiles de Nueva York y Miami, Pamela cambió el nombre de Muse por el de A*Muse, algo que a Maggy London no convenció en absoluto pues se trataba de "un intento falso de disimular sus actividades infractoras".
Finalmente, y tras comprobar que Pamela y Richie no tienen intención de hacer caso a su petición, desde Maggy London han decidido llevar a juicio lo ocurrido. Con ello intentarán impedir a ambos socios que usen cualquier "imitación" de la marca, además de obligarles a devolver todos los beneficios y las prendas restantes, ya sea por "incautación o destrucción". Fuente EP/Getty
Ahora, la actriz y modelo tendrá que enfrentarse a los tribunales acusada de plagio, y podría ser forzada a entregar los beneficios recaudados y las prendas que aún queden en las tiendas.
La empresa textil Maggy London International registró en 2002 el nombre Muse para una de sus colecciones, algo que Pamela Anderson no tuvo en cuenta a la hora de diseñar su línea de ropa ecológica, a la que puso el mismo nombre.
Según informa el diario New York Post, los responsables de Maggy London afirman haber contactado con la actriz para advertirle de la situación, pero ella se negó a cambiar el nombre a la colección que había diseñado junto al modisto Richie Rich.
Cuando llegó el turno de mostrar las prendas en desfiles de Nueva York y Miami, Pamela cambió el nombre de Muse por el de A*Muse, algo que a Maggy London no convenció en absoluto pues se trataba de "un intento falso de disimular sus actividades infractoras".
Finalmente, y tras comprobar que Pamela y Richie no tienen intención de hacer caso a su petición, desde Maggy London han decidido llevar a juicio lo ocurrido. Con ello intentarán impedir a ambos socios que usen cualquier "imitación" de la marca, además de obligarles a devolver todos los beneficios y las prendas restantes, ya sea por "incautación o destrucción". Fuente EP/Getty
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