dejó la prisión en Londres.
El Tribunal Supremo ratificó su excarcelación, desestimando la apelación del gobierno sueco. Pagó US$312 mil. Deberá usar un brazalete electrónico y asistir todos los días a la comisaría
La máxima instancia judicial londinense reafirmó, tras una vista de 90 minutos, su decisión de conceder la libertad bajo fianza al hacker que enfrenta dos denuncias por delitos sexuales en Estocolmo. No prosperó, entonces, la interpelación de la Fiscalía británica, que actúa en nombre de las autoridades suecas.
Assange, que durante la audiencia mantuvo silencio, canceló la exigencia del tribunal de Westminster de abonar 240 mil libras, de las cuales 200 mil serán depositadas en metálico por su equipo de abogados y el resto en avales por un grupo de siete destacadas personalidades que se ofrecieron a contribuir (ver nota relacionada).
En su salida, se declaró encantado de "volver a respirar el aire de Londres". También se mostró agradecido con "el sistema judicial británico", el cual, en su opinón, "aunque a veces puede cometer fallos, al menos no está muerto".
Ante la prensa, aseguró que, durante el tiempo que estuvo en la celda, reflexionó sobre otras personas en el mundo que están en esa situación. Pidió al público que centrara su atención y sus esfuerzos en ayudarles.
Dos días atrás un tribunal inferior había otorgado la libertad al hombre detrás del cablegate. Exigió como condiciones que entregara su pasaporte, que informara un domicilio fijo, que se presentara todos los días en la comisaría y que llevara una pulsera de localización electrónica.
De esta forma, Assange permanecerá en Londres a la espera de que la Justicia británica decida si extraditarlo o no a Suecia.
Sus abogados sostienen que, en realidad, Estocolmo funcionaría como puente a los Estados Unidos, donde políticos y militares piden su cabeza. The New York Times reveló que el poder judicial estadounidense prepara una causa para acusarlo de conspiración (ver nota relacionada).
El proceso sobre la extradición, sin embargo, puede durar semanas o, incluso, meses. Assange tiene aún el derecho de apelar la decisión de primera instancia ante, al menos, dos tribunales superiores: la High Court y el Supremo.
Los argumentos de la defensa del hacker podrían encontrar cobijo en la Justicia británica, garantista y renuente a la Euroorden, el mecanismo que la Unión Europea creó en 2002 para agilizar las extradiciones entre los países miembro.
El australiano se alojará en una mansión de estilo georgiano, propiedad de Vaughan Smith, fundador de Frontline Club, foro que vela por la independencia de la prensa. Fuente:IBD/AP
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