Las características genéticas individuales pueden mejorar la detección del cáncer de próstata, según un nuevo estudio con miles de hombres en varios países en el que participaron científicos de España El hallazgo lo publica hoy la revista Science Translational Medicine.
El cáncer de próstata es el más común entre los hombres de los países desarrollados y una de las principales causas de muerte por cáncer entre varones.
“El diagnóstico y tratamiento tempranos son factores clave para la supervivencia y el pronóstico de los pacientes de cáncer de próstata”, señala el estudio en el que participaron Sebastián Navarrete y Fernando Fuettes, del Hospital Universitario de Zaragoza (España).
Esto ha espoleado la búsqueda de biomarcadores, es decir características genéticas que puedan indicar la propensión a determinadas condiciones médicas, añadieron los autores que incluyen a María D. García Prats, del Hospital General San Jorge, en Huesca, y Eduardo Polo, del Hospital Royo Villanova, en Zaragoza.
Actualmente el único método aceptado generalmente para detectar la enfermedad es la medición de los niveles en la sangre del antígeno específico de la próstata (conocido por su sigla en inglés PSA), una proteína producida por las células de la glándula.
Es normal que los hombres tengan un nivel bajo de PSA en su sangre pero algunas condiciones cancerosas y no cancerosas pueden aumentarlo. A medida que los hombres envejecen, esas condiciones, benignas o malignas, se tornan más comunes.
En general, se considera que niveles de 2,5 a 4 nanogramos de PSA por mililitro de sangre señalan una condición anormal de la próstata.
Pero los médicos no están todos de acuerdo acerca de qué es normal en cuanto a los niveles de PSA, y saben que pueden aumentar por otros problemas además del cáncer.
Asimismo, hay algunos hombres en los cuales la medición de PSA no detecta la enfermedad mientras que en otros el resultado es falso positivo.
El equipo internacional de científicos, encabezado por Julius Gudmonsson del Hospital Universitario de Reikiavik (Islandia) examinó la información de decenas de miles de hombres a quienes se les hizo la prueba de PSA pero no se les diagnosticó cáncer de próstata.
Los investigadores encontraron que una serie de variaciones de una sola letra en la secuencia del genoma humano puede utilizarse para crear puntos de referencia individuales para los niveles de PSA.
Estos marcadores pueden ponerse en uso inmediatamente mediante su integración a las pruebas de PSA ya existentes, señala el artículo.
El análisis de más de 300.000 secuencias genéticas identificó cuatro de ellas relacionadas con los niveles base de PSA.
Esta identificación, sostienen los investigadores, podría mejorar el diagnóstico temprano del cáncer y reducir el número de hombres sometidos a biopsias innecesarias. Fuente: EFE
El cáncer de próstata es el más común entre los hombres de los países desarrollados y una de las principales causas de muerte por cáncer entre varones.
“El diagnóstico y tratamiento tempranos son factores clave para la supervivencia y el pronóstico de los pacientes de cáncer de próstata”, señala el estudio en el que participaron Sebastián Navarrete y Fernando Fuettes, del Hospital Universitario de Zaragoza (España).
Esto ha espoleado la búsqueda de biomarcadores, es decir características genéticas que puedan indicar la propensión a determinadas condiciones médicas, añadieron los autores que incluyen a María D. García Prats, del Hospital General San Jorge, en Huesca, y Eduardo Polo, del Hospital Royo Villanova, en Zaragoza.
Actualmente el único método aceptado generalmente para detectar la enfermedad es la medición de los niveles en la sangre del antígeno específico de la próstata (conocido por su sigla en inglés PSA), una proteína producida por las células de la glándula.
Es normal que los hombres tengan un nivel bajo de PSA en su sangre pero algunas condiciones cancerosas y no cancerosas pueden aumentarlo. A medida que los hombres envejecen, esas condiciones, benignas o malignas, se tornan más comunes.
En general, se considera que niveles de 2,5 a 4 nanogramos de PSA por mililitro de sangre señalan una condición anormal de la próstata.
Pero los médicos no están todos de acuerdo acerca de qué es normal en cuanto a los niveles de PSA, y saben que pueden aumentar por otros problemas además del cáncer.
Asimismo, hay algunos hombres en los cuales la medición de PSA no detecta la enfermedad mientras que en otros el resultado es falso positivo.
El equipo internacional de científicos, encabezado por Julius Gudmonsson del Hospital Universitario de Reikiavik (Islandia) examinó la información de decenas de miles de hombres a quienes se les hizo la prueba de PSA pero no se les diagnosticó cáncer de próstata.
Los investigadores encontraron que una serie de variaciones de una sola letra en la secuencia del genoma humano puede utilizarse para crear puntos de referencia individuales para los niveles de PSA.
Estos marcadores pueden ponerse en uso inmediatamente mediante su integración a las pruebas de PSA ya existentes, señala el artículo.
El análisis de más de 300.000 secuencias genéticas identificó cuatro de ellas relacionadas con los niveles base de PSA.
Esta identificación, sostienen los investigadores, podría mejorar el diagnóstico temprano del cáncer y reducir el número de hombres sometidos a biopsias innecesarias. Fuente: EFE
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