Yoyito Cabrera otro dominicano olvidado por sus congéneres

Por: Bolivar Balcacer
Matilloyclavo.com

En estos días se calienta la farándula dominicana por lo de las nominaciones y premios de ACROARTE, muchos luchan por la estatuilla que reconoce la figura de una de las más grandes artistas dominicanas, doña Casandra Damirón.

En ese afán, los organizadores, los premiados y la propia cervecería nacional dominicana, olvida muchas glorias, unas aun entre los mortales y otras que se fueron a mejor vida pero que dejaron un grato recuerdo entre generaciones de dominicanos que deliraron con su voz o con sus ocurrencias.

Ese es el caso del dominicano Yoyito Cabrera, que al igual que muchos más, ha sido tan olvidado que las generaciones de hoy ni saben quien diablos fue este hombre que hizo temblar gobiernos con sus ocurrencias artísticas, hasta el extremo que fue el más perseguido por el trujillato y por el propio presidente Joaquín Balaguer, por su merengue “el Guardia con el tolete”, tema que fue sacado de las pocas emisoras de la época y le llevó al exilio.

Yoyito, murió abandonado y una de sus hijas vive en el alto Manhattan solo con el recuerdo de su padre y con la tristeza de ver como muchos son reconocidos y a su progenitor ni por asomo le mencionan en premiaciones tanto dentro como fuera de Dominicana.

Yoyito Cabrera, fue una gloria nacional como lo fue Tirso Guerrero (el Negro Plebe), Tatico Henríquez, como lo es don Luis Kalaff, Joseito Mateo, Elenita Santos (Rayito de Sol), Rhina Ramírez, Guandulito, Cuco y Martín Valoy, Rico López y muchos más.

Yoyito, nos dejó un gran legado, fue el primer merenguero humorístico dominicano que con sus ocurrencias criticó a los gobiernos como antes lo hizo Juan Antonio Alix, que bueno sería que en esta oportunidad, al menos los miembros de ACROARTE, hagan una galería fotográfica para reconocer el trabajo de figuras olvidadas pero que llenaron toda una época o que se haga un reportaje amplio de 5 minutos como hacen los mexicanos para rendir tributo a sus glorias, que todo no sea solo búsqueda de pesos sino también búsqueda de honor y principios, que se envíe un mensaje histórico que bastante falta le hace a nuestra juventud artística hoy.