viernes, 2 de octubre de 2009

Obama se convierte en el primer presidente norteamericano en perder la candidatura de los Juegos Olimpicos frente a Brasil

DEPORTE
Ya era hora que tocaran las
Olimpiadas en América Latina.

La elección de Río de Janeiro como sede de los Juegos Olímpicos de 2016 fue otra victoria de Lula Da Silva, que a poco más de un año de abandonar la Presidencia logró que su país sea el líder absoluto de la región y que se codee mano a mano con las grandes potencias mundiales.

Ni Barack Obama pudo frenar hoy el impulso de un Brasil que hizo valer su creciente peso e influencia en el mundo para lograr algo impensable hasta hace poco: el desembarco de los Juegos Olímpicos en Sudamérica.

Sé que estas cosas no son de las más importantes de la vida. Son sólo unos Juegos Olímpicos. Pero la decepción que acabamos de sufrir es inconmensurable. Un paro cardíaco que hemos intentando paliar con varios golpes en la mesa. El viaje ha merecido la pena. Siempre merece la pena. Pero volver a casa así es muy difícil.

“Brasil ha ganado definitivamente su ciudadanía internacional, ya no somos más ciudadanos de segunda clase", afirmó Lula, que prometió "trabajo, trabajo y trabajo" desde mañana y dijo que el triunfo es del pueblo brasileño, recordando que ya no será presidente en 2016.

Tras una emocionante presentación de Río de Janeiro en la que "Lula" apelaba a encender el pebetero. Madrid llegó crecida porque sabía que necesita un impulso para superar la marca impuesta por Brasil.

La entrada en la sala fue espectacular. Gallardón, Aguirre, Zapatero y el Rey entraron juntos. Hicieron notar en la sala el peso de nuestra delegación. En la puerta dejaron sus diferencias y dentro ofrecieron un espectáculo.

No sé quien nos ha votado, ni quien nos ha dejado de votar. Madrid no tiene sus Juegos Olímpicos. Es la realidad. Pero la delegación ha luchado como nunca antes lo había hecho una ciudad española por obtener unos Juegos Olímpicos.

Fue Brasil contra las potencias, y ganó Brasil.
Fue Lula contra Obama, y ganó Lula.
Obama, que pasó cinco horas por Copenhague para defender la candidatura de Chicago, su ciudad de adopción, se enteró en el Air Force One de la derrota. Ser el primer presidente de los Estados Unidos en defender una candidatura olímpica en persona no le granjeó votos extra en el COI.

Una derrota que deja en cierto modo bien parados al centenar de miembros del organismo olímpico. Tras el discurso de Obama a primera hora de la mañana casi 50 miembros le pidieron al presidente estadounidense tomarse fotos con él. ¿Votarían por Chicago gracias al carisma de Obama?

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