El presidente norteamericano hizo el sábado un llamado al Congreso de los Estados Unidos para que se comprometa con la aprobación del plan de reforma al sistema de salud
Obama se concentró en el debate por la reforma de salud durante su discurso semanal por radio e internet, al final de una semana dominada por desafíos de política exterior en Irán y Afganistán y luego de un corto viaje a Copenhague en un vano esfuerzo por lograr que su ciudad natal, Chicago, fuera la sede de los Juegos Olímpicos del 2016.
El proyecto de ley está dirigido a reformar el mercado de las aseguradoras de salud, controlar los altos costos médicos del sistema y expandir la cobertura a millones de personas sin atención sanitaria.
Con los demócratas divididos y los republicanos luchando contra lo que consideran una intervención estatal en el sistema de salud, Obama intentó marcar la pauta para el próximo debate mientras busca lograr la aprobación de su plan este año.
"Doy la bienvenida a cualquier intento sincero por mejorar la legislación antes de que llegue a mi escritorio. Pero lo que no aceptaré son intentos por estancarla, o removerla. No aceptaré esfuerzos partidistas por bloquear la reforma a cualquier precio", sostuvo.
El líder de los demócratas en el Senado, Harry Reid, tendrá la tarea de unificar el proyecto de la Comisión de Finanzas con un texto legal aprobado más temprano en el año por el panel de salud.
Se espera que el producto final llegue al pleno del Senado para su debate a mediados de octubre. La legislación que surja del Senado tendrá que ser unificada con el proyecto de la Cámara de Representantes.
El Partido Demócrata de Obama sigue dividido en temas clave, incluyendo la opción pública de un plan de salud, y líderes de la facción gobernante en el Congreso afrontarán una serie de demandas por parte de conservadores y liberales.
Se espera que cualquier crítica republicana a la reforma apunte a las disposiciones sobre los impuestos, a Medicare y al plan de salud para personas de tercera edad, que podrían tener cierto eco en la opinión pública mientras se desarrolla la dura batalla en el Congreso.
Obama ha señalado que está al tanto de que legisladores de ambos partidos querrán iniciar un vigoroso debate y contribuir con sus propias ideas.
"Espero que avancemos con un espíritu de civilidad, un propósito serio, y una disposición a comprometernos que caracteriza lo mejor de nuestro proceso democrático.
Si hacemos eso, tengo confianza en que aprobaremos la reforma este año", dijo el presidente. Fuente: Reuters.
Obama se concentró en el debate por la reforma de salud durante su discurso semanal por radio e internet, al final de una semana dominada por desafíos de política exterior en Irán y Afganistán y luego de un corto viaje a Copenhague en un vano esfuerzo por lograr que su ciudad natal, Chicago, fuera la sede de los Juegos Olímpicos del 2016.
El proyecto de ley está dirigido a reformar el mercado de las aseguradoras de salud, controlar los altos costos médicos del sistema y expandir la cobertura a millones de personas sin atención sanitaria.
Con los demócratas divididos y los republicanos luchando contra lo que consideran una intervención estatal en el sistema de salud, Obama intentó marcar la pauta para el próximo debate mientras busca lograr la aprobación de su plan este año.
"Doy la bienvenida a cualquier intento sincero por mejorar la legislación antes de que llegue a mi escritorio. Pero lo que no aceptaré son intentos por estancarla, o removerla. No aceptaré esfuerzos partidistas por bloquear la reforma a cualquier precio", sostuvo.
El líder de los demócratas en el Senado, Harry Reid, tendrá la tarea de unificar el proyecto de la Comisión de Finanzas con un texto legal aprobado más temprano en el año por el panel de salud.
Se espera que el producto final llegue al pleno del Senado para su debate a mediados de octubre. La legislación que surja del Senado tendrá que ser unificada con el proyecto de la Cámara de Representantes.
El Partido Demócrata de Obama sigue dividido en temas clave, incluyendo la opción pública de un plan de salud, y líderes de la facción gobernante en el Congreso afrontarán una serie de demandas por parte de conservadores y liberales.
Se espera que cualquier crítica republicana a la reforma apunte a las disposiciones sobre los impuestos, a Medicare y al plan de salud para personas de tercera edad, que podrían tener cierto eco en la opinión pública mientras se desarrolla la dura batalla en el Congreso.
Obama ha señalado que está al tanto de que legisladores de ambos partidos querrán iniciar un vigoroso debate y contribuir con sus propias ideas.
"Espero que avancemos con un espíritu de civilidad, un propósito serio, y una disposición a comprometernos que caracteriza lo mejor de nuestro proceso democrático.
Si hacemos eso, tengo confianza en que aprobaremos la reforma este año", dijo el presidente. Fuente: Reuters.
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