En algunos supermercados, el cliente apoya su huella dactilar sobre un escáner y automáticamente se le descuenta el importe de la compra de su cuenta bancaria
Algunos supermercados de Alemania están experimentando con un sistema de pago que podría revolucionar el mundo y que permitiría que no utilice más ni efectivo ni tarjeta de crédito: el abono mediante la huella dactilar electrónica. El sistema es bastante simple.
El cliente lo único que tiene que hacer es registrar en el comercio donde suele hacer las compras la huella digital de un dedo, su dirección y su número de cuenta bancaria.
De esta forma, cada vez que quiera realizar una nueva adquisición sólo deberá tomar el producto, ir hasta la caja, apoyar su dedo y el importe total se le descontará de su cuenta.
La tecnología necesaria para poder hacer los pagos mediante el sistema biométrico fue dada por la empresa Dermalog de Hamburgo, que la facilitó a la cadena de supermercados Rewe y a algunos de la cadena Edeka.
Andreas Kraemer, portavoz de Rewe, indicó que el sistema es muy seguro ya que el escáner donde se apoya el dedo puede reconocer si es real o no, porque registra la circulación de la sangre, por lo que no se puede usar un dedo falso ni una huella digital levantada con una cinta adhesiva.
Pero la seguridad fue burlada hace no mucho por una asociación de hackers europeos, que tomaron la huella que una persona había dejado en el vidrio, la copiaron y la usaron en el escáner, por lo que habrá que seguir trabajando para mejorar el sistema.
Algunos supermercados de Alemania están experimentando con un sistema de pago que podría revolucionar el mundo y que permitiría que no utilice más ni efectivo ni tarjeta de crédito: el abono mediante la huella dactilar electrónica. El sistema es bastante simple.
El cliente lo único que tiene que hacer es registrar en el comercio donde suele hacer las compras la huella digital de un dedo, su dirección y su número de cuenta bancaria.
De esta forma, cada vez que quiera realizar una nueva adquisición sólo deberá tomar el producto, ir hasta la caja, apoyar su dedo y el importe total se le descontará de su cuenta.
La tecnología necesaria para poder hacer los pagos mediante el sistema biométrico fue dada por la empresa Dermalog de Hamburgo, que la facilitó a la cadena de supermercados Rewe y a algunos de la cadena Edeka.
Andreas Kraemer, portavoz de Rewe, indicó que el sistema es muy seguro ya que el escáner donde se apoya el dedo puede reconocer si es real o no, porque registra la circulación de la sangre, por lo que no se puede usar un dedo falso ni una huella digital levantada con una cinta adhesiva.
Pero la seguridad fue burlada hace no mucho por una asociación de hackers europeos, que tomaron la huella que una persona había dejado en el vidrio, la copiaron y la usaron en el escáner, por lo que habrá que seguir trabajando para mejorar el sistema.
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