Se trata de sólo uno de los muchos casos que se registran en las filas de la narcoguerrilla colombiana de fusilamientos, según documentos internos que fueron secuestrados por fuerzas militares.
La guerrilla colombiana de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) incrementó en los últimos tiempos el número de ejecuciones de sus integrantes, de acuerdo con documentos reservados que tiene la Fiscalía General de ese país.
Según los documentos decomisados al grupo 48 y a la denominada "columna móvil Teófilo Forero", los motivos que tienen los jefes guerrilleros para llevar a cabo los ajusticiamientos de muchos de los hombres de sus filas son tan variados que rayan la paranoia.
Por ejemplo, un niño guerrillero de 15 años, apodado Yamid, fue sometido en junio de 2008 a un "juicio revolucionario'' en el que no pudo defenderse. Resultó condenado a la pena de muerte que se le aplicó enseguida.
Su presunto delito consistió en haber mostrado un "apetito pequeño burgués'' cuando pidió, muerto de hambre, un huevo frito adicional en un restaurante en el que almorzó con cuatro compañeros mayores a los que ayudaba a espiar en el pueblo amazónico de Curillo, departamento de Putumayo, cerca de Ecuador.
Por los mismos días otro chico, Holman, le robó un cigarrillo a un compañero de las FARC en la misma región y el tribunal que lo juzgó de inmediato por quebrantar "la moral revolucionaria" lo sentenció a morir.
También en Putumayo, otro guerrillero llamado Robledo fue condenado a morir en marzo del 2009 por fusilamiento, pero su ejecutor pidió aminorar la pena, de acuerdo con el documento del caso entregado por la Policía Nacional a El Nuevo Herald.
El propósito de la petición, sin embargo, no tenía nada de bondadoso.
"Si lo dejamos pagando sanción, se agrava de nuevo por la tuberculosis'', opinó el verdugo.
La información de estos casos se encuentra respaldada con testimonios y documentos, electrónicos y físicos, que fueron incautados por la Policía y el Ejército a la jefatura del frente 48 de las FARC, comandado por el jefe guerrillero conocido como "Edgar Tovar''.
En la computadora de Tovar, los fiscales encontraron una lista de 25 escarmientos previstos para castigar faltas de la tropa del frente 48, adicionales a las que las FARC ya aplican en todo el país de hace tiempo.
El número seis dispone que "por tener las mujeres dos pares de aretes puestos'' el castigo consiste en obligarlas a construir "70 metros de empalizado con vara larga, redonda y gruesa''.
El código indica que en caso de reincidencia en esa o cualquier otra falta, "la sanción es más drástica y se puede convocar al consejo revolucionario de guerra''.
Este tipo de tribunales solamente se integran en las FARC para estudiar casos en que una de las penas por imponer sea la de muerte.
La guerrilla colombiana de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) incrementó en los últimos tiempos el número de ejecuciones de sus integrantes, de acuerdo con documentos reservados que tiene la Fiscalía General de ese país.
Según los documentos decomisados al grupo 48 y a la denominada "columna móvil Teófilo Forero", los motivos que tienen los jefes guerrilleros para llevar a cabo los ajusticiamientos de muchos de los hombres de sus filas son tan variados que rayan la paranoia.
Por ejemplo, un niño guerrillero de 15 años, apodado Yamid, fue sometido en junio de 2008 a un "juicio revolucionario'' en el que no pudo defenderse. Resultó condenado a la pena de muerte que se le aplicó enseguida.
Su presunto delito consistió en haber mostrado un "apetito pequeño burgués'' cuando pidió, muerto de hambre, un huevo frito adicional en un restaurante en el que almorzó con cuatro compañeros mayores a los que ayudaba a espiar en el pueblo amazónico de Curillo, departamento de Putumayo, cerca de Ecuador.
Por los mismos días otro chico, Holman, le robó un cigarrillo a un compañero de las FARC en la misma región y el tribunal que lo juzgó de inmediato por quebrantar "la moral revolucionaria" lo sentenció a morir.
También en Putumayo, otro guerrillero llamado Robledo fue condenado a morir en marzo del 2009 por fusilamiento, pero su ejecutor pidió aminorar la pena, de acuerdo con el documento del caso entregado por la Policía Nacional a El Nuevo Herald.
El propósito de la petición, sin embargo, no tenía nada de bondadoso.
"Si lo dejamos pagando sanción, se agrava de nuevo por la tuberculosis'', opinó el verdugo.
La información de estos casos se encuentra respaldada con testimonios y documentos, electrónicos y físicos, que fueron incautados por la Policía y el Ejército a la jefatura del frente 48 de las FARC, comandado por el jefe guerrillero conocido como "Edgar Tovar''.
En la computadora de Tovar, los fiscales encontraron una lista de 25 escarmientos previstos para castigar faltas de la tropa del frente 48, adicionales a las que las FARC ya aplican en todo el país de hace tiempo.
El número seis dispone que "por tener las mujeres dos pares de aretes puestos'' el castigo consiste en obligarlas a construir "70 metros de empalizado con vara larga, redonda y gruesa''.
El código indica que en caso de reincidencia en esa o cualquier otra falta, "la sanción es más drástica y se puede convocar al consejo revolucionario de guerra''.
Este tipo de tribunales solamente se integran en las FARC para estudiar casos en que una de las penas por imponer sea la de muerte.
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