El Bloque de Prensa Venezolano, que agrupa a diarios y revistas del país, acusó al caudillo caribeño de pretender imporner "silencio y autocensura" en los medios de comunicación. También denunciaron amenazas, atropellos y cárcel contra directivos y periodistas.
"Chávez quiere silencio y autocensura", dijo en un comunicado el Bloque de Prensa Venezolano, que agrupa a buena parte de los diarios y revistas del país, a propósito de la suspensión el pasado 23 de enero de las emisiones por los sistemas de cable y satélite de la cadena privada RCTVI, muy crítica del Gobierno.
El gremio de los dueños de medios impresos venezolanos señaló como "un fraude a la Constitución" Bolivariana de 1999 "la creación de leyes y reglamentos ordenados por Chávez a los poderes del Estado, ochornosamente subordinados a su control".
A su vez, argumentó que esas normas tendrían como presunto fin "justificar los atropellos de su régimen (de Chávez) contra el Estado de Derecho, la libertad y la justicia, la propiedad privada, los principios éticos y la dignidad de los venezolanos".
El Bloque de Prensa denunció que los "medios independientes" deben enfrentarse "a la negación al acceso a la información pública, guerra económica, amenazas, atropellos, imputaciones y cárcel contra directivos y periodistas".
También denunció "sofisticados sistemas" oficiales "dedicados a la contra-información", que buscarían "confundir a la mayoritaria disidencia popular".
"La vocación totalitaria y dictatorial que caracterizan al régimen comunista del teniente coronel Chávez, tantas veces denunciado por el Bloque de Prensa Venezolano, es incompatible con toda idea de ejercicio democrático", añadió en su comunicado.
Chávez acusa a los grande medios privados venezolanos de actuar como "partidos de oposición" y de mantener una presunta "campaña permanente" en contra de su "revolución" bolivariana y socialista.
"Chávez quiere silencio y autocensura", dijo en un comunicado el Bloque de Prensa Venezolano, que agrupa a buena parte de los diarios y revistas del país, a propósito de la suspensión el pasado 23 de enero de las emisiones por los sistemas de cable y satélite de la cadena privada RCTVI, muy crítica del Gobierno.
El gremio de los dueños de medios impresos venezolanos señaló como "un fraude a la Constitución" Bolivariana de 1999 "la creación de leyes y reglamentos ordenados por Chávez a los poderes del Estado, ochornosamente subordinados a su control".
A su vez, argumentó que esas normas tendrían como presunto fin "justificar los atropellos de su régimen (de Chávez) contra el Estado de Derecho, la libertad y la justicia, la propiedad privada, los principios éticos y la dignidad de los venezolanos".
El Bloque de Prensa denunció que los "medios independientes" deben enfrentarse "a la negación al acceso a la información pública, guerra económica, amenazas, atropellos, imputaciones y cárcel contra directivos y periodistas".
También denunció "sofisticados sistemas" oficiales "dedicados a la contra-información", que buscarían "confundir a la mayoritaria disidencia popular".
"La vocación totalitaria y dictatorial que caracterizan al régimen comunista del teniente coronel Chávez, tantas veces denunciado por el Bloque de Prensa Venezolano, es incompatible con toda idea de ejercicio democrático", añadió en su comunicado.
Chávez acusa a los grande medios privados venezolanos de actuar como "partidos de oposición" y de mantener una presunta "campaña permanente" en contra de su "revolución" bolivariana y socialista.
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