El fundador de WikiLeaks lo admitió en un diálogo vía chat con lectores del diario The Guardian. "Las amenazas contra nuestras vidas son de dominio público", fue su primera respuesta.
"¿Hay algo que podamos hacer para ayudar?"; "¿Cómo todavía estas vivo?";"No tengo preguntas. Sólo quiero pedirte que no pares la lucha.
Queremos saber la verdad de todo"; "¿Los ciudadanos ingleses te podemos ayudar? Me casaría con vos mañana mismo".
Estas son algunas de las preguntas que Julian Assange, el hombre más buscado del mundo, contesta a través del sitio digital del diario británico The Guardian.
"Soy un ciudadano australiano y extraño a mi país. Sin embargo, durante las ultimas semanas la primer ministro australiana, Julia Gillard, y el fiscal general, Robert McClelland, dejaron bien en claro que mi regreso es imposible y que además han trabajado activamente para asistir al Departamento de Estado de los Estados Unidos en los ataques hacia mi persona y nuestra gente", expresó Assange a los lectores del periódico inglés.
"¿Teme por su seguridad personal?", le pregunta un internauta. "Las amenazas de muerte que sufrimos son de dominio público. Estamos tomando las medidas apropiadas hasta el nivel que nos es posible, porque tratamos con una superpotencia", asevera Assange.
"Siempre creí que WikiLeaks, como concepto, tendría un papel global. Ya lo tenía en 2007, cuando cambió el resultado de las elecciones en Kenia", respondió ante las pregunta sobre sus expectativas en cuanto al impacto de las filtraciones.
En cuanto a las declaraciones de un asesor del primer ministro canadiense, Tom Flanagan, que aconsejó que "debería ser asesinado", Assange expresó que tanto él como los otros políticos que tuvieron una postura similar, deberían ser culpados por "incitación a la violencia".
La cantidad de internautas interesados obligó al Guardian a pedir "paciencia" a sus lectores, que encuentran largas demoras para acceder al portal.
Al mismo tiempo, se cierra el cerco sobre Assange y su sitio. El ministro francés encargado de Economía digital, Eric Besson, pidió a las autoridades nacionales competentes que se deje de albergar a WikiLeaks en Francia.
WikiLeaks tiene alojamiento en el norte del país europeo gracias al servidor OVH. Está allí desde el jueves 2 de diciembre, tras haber sido dado de baja por el servidor estadounidense Amazon.
"Esta situación no es aceptable. Francia no puede albergar portales de Internet que violan el secreto de las relaciones diplomáticas y ponen en peligro a personas protegidas por el secreto diplomático", según los argumentos presentados por el ministro.
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