miércoles, 16 de septiembre de 2009

Llegan los malos tiempos para el periodismos en Buenos Aires la pareja presidencial trata de amedrentar al diario el Clarin

Cristina le sigue los paso a Chávez

La pareja presidencial argentina está enferma de rabia. Los Kirchner contra la libertad de prensa Maniobras para amedrentar a Clarín
Néstor Kirchner.


Parecía un incidente aislado, uno de esos episodios que enfrentan ocasionalmente a los periodistas con el poder político, pero parece que nos debemos ir acostumbrando.

Esta que es la portada de Clarín de este domingo y de nuevo, el nombre del diario -el más influyente de Argentina- aparece en el titular principal.

El motivo: unos 200 inspectores de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Hacienda) se presentaron este jueves en la sede del rotativo, en una operación que los asaltantes calificaron de "rutina", pero que el grupo de comunicación denuncia como "intimidación" en el conflicto que le enfrenta al Gobierno Kirchner.

El Grupo Clarín es la mayor empresa periodística de Argentina y uno de los principales conglomerados de medios de comunicación de habla hispana.

En el edificio registrado por los inspectores funcionan los diarios La Razón y el deportivo Olé, también propiedad del grupo.

El matrimonio Kirchner, que se ha enriquecido de forma escandalosa en los últimos años aprovechando los resortes que da ser inquilino de la Casa Rosada, intenta que se apruebe en el Congreso una polémica ley que le permitiría desarbolar conglomerados mediáticos como el de Clarín.

La empresa periodística y los redactores se resisten, denuncian y levantan la voz y el Gobierno peronista intenta amedrentarlos.

"Estamos realmente sorprendidos. Este tipo de inspecciones no ha ocurrido en toda la historia del diario", explica el gerente de Comunicaciones Externas de Clarín, Martín Etchevers.

"El uso de organismos oficiales de manera ilegal para atacar a nuestras empresas está siendo una lamentable costumbre"

Cristina y Néstor Kirchner niegan estar detrás de las "maniobras de acojonamiento". El propio titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, ha despedido a dos funcionarios, pedido disculpas y hasta enviando una carta aclarando que él no encargó la inspeción, pero nadie le cree.

Clarín ha publicado hasta los nombres de los responsables y todo apunta la Residencia de Olivos y a la Casa Rosada. Fuente: PD

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