La investigación busca
determinar si existe
diferencia en la
"La teoría de la Mente"
El rostro no es siempre el espejo del alma, pues a veces el cerebro se vuelve "ciego" y no reconoce las caras, como se ha demostrado con autistas y ahora se busca comprobar mediante una investigación española, que involucra a un colectivo de esquizofrénicos y de personas con trastorno de personalidad.
La investigación está siendo realizada por un equipo de científicos, dirigido por el psicólogo Raúl Alelú, en el laboratorio de José Manuel Giménez Amaya, catedrático de Anatomía y Embriología, de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), junto con el doctor Valentín Cortés, del Hospital psiquiátrico Rodríguez Lafora, en Cantoblanco (Madrid).
El objetivo de la investigación es determinar si existe diferencia en la "Teoría de la Mente" (por la que se describe la habilidad de las personas para entender los estados mentales de los otros y apreciar cómo éstos difieren de unos a otros) entre personas con esquizofrenia, un mal que afecta de forma general al 1 por ciento de la población, y con trastornos de la personalidad.
Asimismo, se intenta comprobar si existe componente genético en las personas que padecen este tipo de enfermedades, explicaron a Efe los responsables de esta investigación, en la que está previsto que participen unas 80 personas.
En el marco de este experimento, que se ha iniciado ya y cuyos resultados pueden estar disponibles en verano, estarían involucrados unos sesenta enfermos (30 con esquizofrenia y otros tantos con trastorno de personalidad), y veinte familiares de primer grado, es decir, padres, hijos o hermanos de aquellos.
Está previsto que el segmento de población elegida para el estudio incluya a personas de entre 18 y 65 años, tanto hombres como mujeres, con un nivel socio-educativo similar, para garantizar así una mayor validez en el análisis de los datos, según los expertos.
Existen evidencias científicas de que la gente con plenas facultades mentales posee cierta habilidad innata para interpretar mensajes a partir de los gestos de la cara, gracias a un mecanismo cerebral en las personas, por el que se activa la parte inferior del lóbulo temporal al ser observado un rostro, explicó a Efe el doctor Giménez-Amaya.
Esa zona cerebral que se activa más que el resto en el reconocimiento de las caras, y que está asociada con una mayor abundancia de receptores opiáceos que se relacionan con el placer y la adicción, precisó, podría favorecer procesos de "anclaje" emocional.
Por eso, Giménez-Amaya, añadió que los rostros están especialmente asociados a "la vida emocional" de las personas, y se ha demostrado que aquéllas con desórdenes emocionales, como los autistas, u otras con problemas, como hemorragias cerebrales, carecen de habilidad para reconocer las caras.
El científico Raúl Alelú, explicó que el déficit observado en la "Teoría de la Mente" entre los autistas está siendo investigado también en esquizofrénicos, un mal que afecta en España a unas 400.000 personas, y se investiga asimismo en otro colectivo con trastorno de personalidad.
El experimento se basa en mostrar al grupo de voluntarios un conjunto de imágenes compuesto de cuatro rostros de cuadros del pintor Velázquez y cinco fotografías de Arnold Newman.
Con ello, añadió, se espera conocer el grado de dominio cognitivo de unos y otros enfermos y si éste se va alterando a lo largo del tiempo. Fuente: PD
No hay comentarios:
Publicar un comentario