La cantante y su marido llevan un par de meses separados, aunque no se deciden a divorciarse. Tras cinco años de matrimonio, ambos se han dado cuenta de que su relación era más de amigos que de pareja, y han decidido alejarse por un tiempo. Ahora su principal preocupación es que su hijo Max no sufra con la situación que sus padres atraviesan.
Christina Aguilera y su marido Jordan Bratman se casaron en 2005 y dos años después tuvieron a su hijo Max. Pese a que su relación no parecía encontrarse en problemas, fuentes de la revista Us Weekly afirman que la pareja lleva dos meses separada.
"Están viviendo por separado, viendo cómo evolucionan las cosas", asegura dicha fuente. Este alejamiento les está sirviendo para probarse y aclarar sus sentimientos, pero por el momento el divorcio no entra dentro de sus planes.
La pareja habría decidido dejar su relación hace unas semanas tras darse cuenta de que la situación entre ambos se había ido transformando en una amistad. "Estaban muy enamorados, pero durante los últimos seis meses quedo claro que eran más amigos que marido y mujer", continúa.
Viendo que las cosas no iban bien, la cantante intentó darle un nuevo impulso al matrimonio, pero ni siquiera con ello consiguió reflotarlo: "Christina propuso un viaje a Italia en agosto para afianzar su relación, pero no sirvió de nada".
En estos momentos la mayor preocupación de ambos es que su hijo Max no sufra con la separación de sus padres y se mantenga ajeno al revuelo que esta situación pueda levantar.
"Christina está haciendo todo lo que puede para ser una madre genial", afirma esta fuente. "Tiene que hacer malabarismos para conseguirlo, pero está aprendiendo a hacer que funcione y compaginar todo". Fuente: EP
Christina Aguilera y su marido Jordan Bratman se casaron en 2005 y dos años después tuvieron a su hijo Max. Pese a que su relación no parecía encontrarse en problemas, fuentes de la revista Us Weekly afirman que la pareja lleva dos meses separada.
"Están viviendo por separado, viendo cómo evolucionan las cosas", asegura dicha fuente. Este alejamiento les está sirviendo para probarse y aclarar sus sentimientos, pero por el momento el divorcio no entra dentro de sus planes.
La pareja habría decidido dejar su relación hace unas semanas tras darse cuenta de que la situación entre ambos se había ido transformando en una amistad. "Estaban muy enamorados, pero durante los últimos seis meses quedo claro que eran más amigos que marido y mujer", continúa.
Viendo que las cosas no iban bien, la cantante intentó darle un nuevo impulso al matrimonio, pero ni siquiera con ello consiguió reflotarlo: "Christina propuso un viaje a Italia en agosto para afianzar su relación, pero no sirvió de nada".
En estos momentos la mayor preocupación de ambos es que su hijo Max no sufra con la separación de sus padres y se mantenga ajeno al revuelo que esta situación pueda levantar.
"Christina está haciendo todo lo que puede para ser una madre genial", afirma esta fuente. "Tiene que hacer malabarismos para conseguirlo, pero está aprendiendo a hacer que funcione y compaginar todo". Fuente: EP
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