Una a una, todas las bondades el café
A sus conocidas cualidades estimulantes, científicos suman cada vez más ventajas. Las bondades de consumirlo en forma moderada .
Especialistas estiman que tres es el número de cafés que el organismo puede tomar al día.
Al segundo producto más exportado en el mundo, detrás del petróleo, sólo le gana el agua en consumo y cada vez más científicos destacan sus ventajas.
El diario El Mundo publicó que diferentes estudios registraron efectos positivos al incluir de forma moderada la bebida en la alimentación cotidiana, pero si su consumo se da sin control, y además se combina con una dieta poco saludable, el resultado puede ser un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Algunos de los principales beneficios
Rendimiento: el efecto sobre la disminución de la percepción de cansancio empezó a estudiarse a principios del siglo XX, pero no fue hasta finales de la década de los 70 cuando comenzó a tenerse en cuenta como ayuda para los deportistas.
Aunque se estableció que retrasa entre un 10% y 20% la aparición de cansancio en ejercicios de resistencia, hay personas que experimentan efectos secundarios como nerviosismo, dolor de cabeza o insomnio, más frecuentes con dosis elevadas.
María Antonia Lizarraga, profesora de Nutrición Humana y Dietética de la Universidad de Barcelona destacó que “la cantidad óptima de cafeína depende de cada individuo. Lo perfecto serían 3 miligramos por kilo de peso corporal. Sin embargo, hay personas que tienen más tolerancia”.
Cerebro: estudios evaluaron cómo afecta el café a la cognición y la capacidad memorística.
La cafeína es un psicoestimulante, y como tal provoca sensaciones subjetivas como bienestar, confianza, motivación, alerta, vigilancia, eficiencia y concentración, pero “no está demostrado que aumente las capacidades cognitivas, es decir, que permita tener más memoria.
Sin embargo, sí que podría ayudar a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson”, asegura Rafael Francos, neurocientífico del Centro de Investigaciones Médicas Aplicadas de la Universidad de Navarra (SIGMA).
Corazón: investigaciones concluyeron que quienes beben de dos a cuatro tazas al día tienen un riesgo un 20% más bajo de enfermedad cardiaca en comparación con los que toman una menor cantidad.
Los investigadores sugieren que el beneficio cardiovascular del café puede explicarse por los antioxidantes que contiene.
Hígado: los consumidores asiduos de café tienen un riesgo reducido de padecer problemas hepáticos como cirrosis, según varias investigaciones.
Los expertos aseguran que hay uno o más componentes del café capaces de disminuir hasta un 22% el riesgo de que el hígado enferme gravemente.
Según estudios, los bebedores de café tienen menos elevadas las transaminasas, proteínas que produce el hígado de forma natural y que se elevan en enfermedades como la cirrosis.
Cáncer: las mujeres que beben más de cuatro tazas de café o té por día tienen la mitad de probabilidades que las no bebedoras de padecer cáncer de útero, según otro estudio.
Los investigadores creen que puede deberse a la cafeína, ya que esta disminución de riesgo no se ha observado en quienes consumen café descafeinado.
En otra investigación se encontró un 39% menos de riesgo de padecer cáncer de cabeza y cuello entre los participantes que eran bebedores regulares.
El café es una mezcla de muchas sustancias químicas: cafeína, carbohidratos, lípidos, aminoácidos, vitaminas, minerales, antioxidantes y otros componentes activos.
Estudios revelaron que su tueste y la manera de prepararlo incrementa la cantidad de antioxidantes.
No obstante, los investigadores creen que podría haber otras moléculas protectoras todavía por identificar que podrían convertirse en la base de nuevos fármacos y terapias en el futuro. “El problema del café es que se habla de él en general, pero hay muchos tipos.
Los que más se conocen son los arábica y los robusta. Los primeros, más aromáticos, con menos cafeína y menos antioxidantes. Los segundos, con aromas más fuertes y más antioxidantes”, señaló María Paz de Peñás, profesora titular de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Navarra. Fuente: Saludable
A sus conocidas cualidades estimulantes, científicos suman cada vez más ventajas. Las bondades de consumirlo en forma moderada .
Especialistas estiman que tres es el número de cafés que el organismo puede tomar al día.
Al segundo producto más exportado en el mundo, detrás del petróleo, sólo le gana el agua en consumo y cada vez más científicos destacan sus ventajas.
El diario El Mundo publicó que diferentes estudios registraron efectos positivos al incluir de forma moderada la bebida en la alimentación cotidiana, pero si su consumo se da sin control, y además se combina con una dieta poco saludable, el resultado puede ser un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Algunos de los principales beneficios
Rendimiento: el efecto sobre la disminución de la percepción de cansancio empezó a estudiarse a principios del siglo XX, pero no fue hasta finales de la década de los 70 cuando comenzó a tenerse en cuenta como ayuda para los deportistas.
Aunque se estableció que retrasa entre un 10% y 20% la aparición de cansancio en ejercicios de resistencia, hay personas que experimentan efectos secundarios como nerviosismo, dolor de cabeza o insomnio, más frecuentes con dosis elevadas.
María Antonia Lizarraga, profesora de Nutrición Humana y Dietética de la Universidad de Barcelona destacó que “la cantidad óptima de cafeína depende de cada individuo. Lo perfecto serían 3 miligramos por kilo de peso corporal. Sin embargo, hay personas que tienen más tolerancia”.
Cerebro: estudios evaluaron cómo afecta el café a la cognición y la capacidad memorística.
La cafeína es un psicoestimulante, y como tal provoca sensaciones subjetivas como bienestar, confianza, motivación, alerta, vigilancia, eficiencia y concentración, pero “no está demostrado que aumente las capacidades cognitivas, es decir, que permita tener más memoria.
Sin embargo, sí que podría ayudar a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson”, asegura Rafael Francos, neurocientífico del Centro de Investigaciones Médicas Aplicadas de la Universidad de Navarra (SIGMA).
Corazón: investigaciones concluyeron que quienes beben de dos a cuatro tazas al día tienen un riesgo un 20% más bajo de enfermedad cardiaca en comparación con los que toman una menor cantidad.
Los investigadores sugieren que el beneficio cardiovascular del café puede explicarse por los antioxidantes que contiene.
Hígado: los consumidores asiduos de café tienen un riesgo reducido de padecer problemas hepáticos como cirrosis, según varias investigaciones.
Los expertos aseguran que hay uno o más componentes del café capaces de disminuir hasta un 22% el riesgo de que el hígado enferme gravemente.
Según estudios, los bebedores de café tienen menos elevadas las transaminasas, proteínas que produce el hígado de forma natural y que se elevan en enfermedades como la cirrosis.
Cáncer: las mujeres que beben más de cuatro tazas de café o té por día tienen la mitad de probabilidades que las no bebedoras de padecer cáncer de útero, según otro estudio.
Los investigadores creen que puede deberse a la cafeína, ya que esta disminución de riesgo no se ha observado en quienes consumen café descafeinado.
En otra investigación se encontró un 39% menos de riesgo de padecer cáncer de cabeza y cuello entre los participantes que eran bebedores regulares.
El café es una mezcla de muchas sustancias químicas: cafeína, carbohidratos, lípidos, aminoácidos, vitaminas, minerales, antioxidantes y otros componentes activos.
Estudios revelaron que su tueste y la manera de prepararlo incrementa la cantidad de antioxidantes.
No obstante, los investigadores creen que podría haber otras moléculas protectoras todavía por identificar que podrían convertirse en la base de nuevos fármacos y terapias en el futuro. “El problema del café es que se habla de él en general, pero hay muchos tipos.
Los que más se conocen son los arábica y los robusta. Los primeros, más aromáticos, con menos cafeína y menos antioxidantes. Los segundos, con aromas más fuertes y más antioxidantes”, señaló María Paz de Peñás, profesora titular de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Navarra. Fuente: Saludable
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