Un remolcador encontró en alta mar el cádaver del sacerdote católico desaparecido en abril. El religioso falleció al intentar batir un récord de vuelo con globos de fiesta.
Los restos del cura Adelir Antonio de Carli, que tenía 42 años, fueron ubicados el jueves a unos 100 kilómetros de la costa y 1.100 kilómetros al norte de su punto de partida.
Petrobras dijo que el cuerpo estaba con la misma ropa, calzado y mochila que llevaba el sacerdote cuando partió desde la sureña ciudad de Paranaguá, en el estado Paraná, el domingo 20 de abril, después de oficiar misa. "Las ropas y los tenis indican que es él", dijo a Reuters una portavoz de Petrobras.
El remolcador Anna Gabriela, encontró el cuerpo mientras operaba para Petrobras frente al estado de Río de Janeiro, próximo a la plataforma marítima P-10, agregó.
El sacerdote, usando 1.000 coloridos globos de fiesta, pretendía volar en dirección al oeste, tierra adentro, pero fue desviado por los vientos hacia el mar y el último contacto con su teléfono celular lo realizó al día siguiente de partir.
El cura pretendía permanecer más de 19 horas en el aire y, con su aventura, recaudar fondos para la Pastoral de Carreteras de la ciudad de Paranaguá, donde residía, que fundamentalmente asiste a camioneros.
En enero, el padre había concretado una prueba, volando en 4 horas y 14 minutos desde la brasileña ciudad de Ampere, en Paraná, hasta territorio argentino. Fuente: Reuters
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