La ONG para la lucha contra el VIH y Sida, REDVIH recuerda, con motivo del Día Internacional de la mujer trabajadora, que el VIH afecta más a las mujeres que a los hombres, tal como pone de manifiesto el informe de ONUSIDA sobre la prevalencia de la enfermedad en el mundo.
En concreto, el 51 por ciento de las personas que viven con VIH en el mundo son mujeres, una realidad que se incrementa hasta el 60 por ciento en países del África subsahariana y el Caribe, donde el contagio también es más relevante en niñas.
Según REDVIH, las causas de esta desigualdad son varias y la mayoría de ellas, previsibles y, por lo tanto, evitables. Entre ellas se encuentran factores socio-culturales como los roles específicos existentes que determinan los comportamientos y papeles que desempeñan hombres y mujeres con respecto a la sexualidad, el desequilibrio de poder y el menor acceso a información y a medidas preventivas que, en muchas partes del mundo, sufre la mujer.
A ellos se suman factores económicos y políticos y una vulnerabilidad biológica más acentuada, que según los expertos, conduce a un "caldo de cultivo" que explica porqué el VIH ha aumentado más rápidamente entre las mujeres.
Por todo ello, ONUSIDA advierte de que es necesario abordar las necesidades relacionadas con el VIH de mujeres y niñas, ya que los fondos destinados al VIH no abordan de manera integral la vulnerabilidad de las mujeres.
"Deben trabajarse las sinergias entre el género y la respuesta al sida, para conseguir un cambio positivo en las vidas de mujeres y niñas, integrar los programas de salud sexual y reproductiva con los del VIH, así como el acceso de todas las mujeres y niñas vulnerables al VIH a los programas de prevención, tratamiento, atención y apoyo adaptados a las realidades específicas de sus vidas", solicita ONUSIDA.
En concreto, el 51 por ciento de las personas que viven con VIH en el mundo son mujeres, una realidad que se incrementa hasta el 60 por ciento en países del África subsahariana y el Caribe, donde el contagio también es más relevante en niñas.
Según REDVIH, las causas de esta desigualdad son varias y la mayoría de ellas, previsibles y, por lo tanto, evitables. Entre ellas se encuentran factores socio-culturales como los roles específicos existentes que determinan los comportamientos y papeles que desempeñan hombres y mujeres con respecto a la sexualidad, el desequilibrio de poder y el menor acceso a información y a medidas preventivas que, en muchas partes del mundo, sufre la mujer.
A ellos se suman factores económicos y políticos y una vulnerabilidad biológica más acentuada, que según los expertos, conduce a un "caldo de cultivo" que explica porqué el VIH ha aumentado más rápidamente entre las mujeres.
Por todo ello, ONUSIDA advierte de que es necesario abordar las necesidades relacionadas con el VIH de mujeres y niñas, ya que los fondos destinados al VIH no abordan de manera integral la vulnerabilidad de las mujeres.
"Deben trabajarse las sinergias entre el género y la respuesta al sida, para conseguir un cambio positivo en las vidas de mujeres y niñas, integrar los programas de salud sexual y reproductiva con los del VIH, así como el acceso de todas las mujeres y niñas vulnerables al VIH a los programas de prevención, tratamiento, atención y apoyo adaptados a las realidades específicas de sus vidas", solicita ONUSIDA.
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