El país asiático pidió formalmente a los Estados Unidos y al Organismo Internacional de la Energía Atómica cooperación y el envío de expertos para controlar sus reactores, que colapsaron tras el terremoto el viernes pasado.
El jefe del OEIA negó que la situación sea igual a la de Chernóbil.
"El gobierno japonés pidió formalmente la asistencia de los Estados Unidos para la cuestión del enfriamiento de plantas nucleares generado por el sismo y maremoto del 11 de marzo", informó la Autoridad de regulación nuclear estadounidense (NRC).
La agencia indicó que está considerando posibles respuestas al pedido, incluyendo proveer asesoramiento técnico, y recordó que ya había enviado a dos expertos en reactores a Japón, como parte de un equipo de la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), y que "actualmente están en Tokio dando asistencia técnica".
El lunes, una doble explosión en el reactor número 3 de la central nuclear de Fukushima 1 alimentó aún más el temor de un desastre atómico en Japón, tras un sismo y tsunami que podrían haber dejado más de 10.000 muertos.
Por su parte, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OEIA) también recibió el pedido de las autoridades asiáticas para el envío de una misión de expertos por los accidentes en algunas de sus plantas nucleares, declaró a la prensa Yukiya Amano, director general del organismo.
En este momento se está hablando con Japón de los detalles, agregó Amano, le elogió los esfuerzos de Japón por estabilizar la situación en sus reactores nucleares, fuertemente dañados tras el terremoto de magnitud 9,0 Richter del viernes.
"Las corazas de seguridad aguantaron y la emisión de radiactividad es limitada", indicó Amano.
"Es muy poco probable que se convierta en algo como Chernóbil", enfatizó. "Esto ha sido un accidente por un desastre natural sin precedentes, pero no resta fuerza al hecho de que necesitamos una fuente estable de energía como la atómica", afirmó el jefe del OIEA.
"Japón y todos los Estados miembro pueden estar seguros de que todos los recursos a nuestra disposición están totalmente movilizados. Y así será hasta que se resuelva la crisis",aseguró.
La Agencia japonesa de Seguridad Nuclear e Industrial (NISA) había informado al organismo las consecuencias técnicas generadas por la segunda explosión de hidrógeno en la planta nuclear de Fukushima. La explosión no dañó la vasija primaria de contención del reactor, asegura el documento.
Las mediciones de dosis de radiación tomadas durante 16 horas ayer en cuatro lugares alrededor de la planta "fueron todas normales", afirmó el OIEA de acuerdo con la información dada por Tokio.
En la misma, el Pentágono reveló que 17 militares que participan en las labores de asistencia en Japón dieron positivo a "bajos niveles" de radiactividad y ordenó alejar temporalmente de la costa japonesa los barcos de la Séptima Flota, con base en Yokosuka.
Los afectados son las tres tripulaciones de los helicópteros que estaban realizando tareas de socorro cerca de la zona de Sendai.
El jefe del OEIA negó que la situación sea igual a la de Chernóbil.
"El gobierno japonés pidió formalmente la asistencia de los Estados Unidos para la cuestión del enfriamiento de plantas nucleares generado por el sismo y maremoto del 11 de marzo", informó la Autoridad de regulación nuclear estadounidense (NRC).
La agencia indicó que está considerando posibles respuestas al pedido, incluyendo proveer asesoramiento técnico, y recordó que ya había enviado a dos expertos en reactores a Japón, como parte de un equipo de la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), y que "actualmente están en Tokio dando asistencia técnica".
El lunes, una doble explosión en el reactor número 3 de la central nuclear de Fukushima 1 alimentó aún más el temor de un desastre atómico en Japón, tras un sismo y tsunami que podrían haber dejado más de 10.000 muertos.
Por su parte, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OEIA) también recibió el pedido de las autoridades asiáticas para el envío de una misión de expertos por los accidentes en algunas de sus plantas nucleares, declaró a la prensa Yukiya Amano, director general del organismo.
En este momento se está hablando con Japón de los detalles, agregó Amano, le elogió los esfuerzos de Japón por estabilizar la situación en sus reactores nucleares, fuertemente dañados tras el terremoto de magnitud 9,0 Richter del viernes.
"Las corazas de seguridad aguantaron y la emisión de radiactividad es limitada", indicó Amano.
"Es muy poco probable que se convierta en algo como Chernóbil", enfatizó. "Esto ha sido un accidente por un desastre natural sin precedentes, pero no resta fuerza al hecho de que necesitamos una fuente estable de energía como la atómica", afirmó el jefe del OIEA.
"Japón y todos los Estados miembro pueden estar seguros de que todos los recursos a nuestra disposición están totalmente movilizados. Y así será hasta que se resuelva la crisis",aseguró.
La Agencia japonesa de Seguridad Nuclear e Industrial (NISA) había informado al organismo las consecuencias técnicas generadas por la segunda explosión de hidrógeno en la planta nuclear de Fukushima. La explosión no dañó la vasija primaria de contención del reactor, asegura el documento.
Las mediciones de dosis de radiación tomadas durante 16 horas ayer en cuatro lugares alrededor de la planta "fueron todas normales", afirmó el OIEA de acuerdo con la información dada por Tokio.
En la misma, el Pentágono reveló que 17 militares que participan en las labores de asistencia en Japón dieron positivo a "bajos niveles" de radiactividad y ordenó alejar temporalmente de la costa japonesa los barcos de la Séptima Flota, con base en Yokosuka.
Los afectados son las tres tripulaciones de los helicópteros que estaban realizando tareas de socorro cerca de la zona de Sendai.
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