Los hombres con problemas de calvicie no tienen más potencia sexual que el resto, en contra de las creencias populares, pero sí presentan un mayor riesgo de padecer problemas cardíacos o de sufrir un infarto, según la doctora Aurora Guerra, jefa de la Sección de Dermatología del Hospital 12 de Octubre de Madrid y autora del libro 'Convivir con los Problemas Capilares' (Editorial Médica Panamericana).
Según señala a Europa Press la doctora Guerra, profesora titular de Dermatología de la Universidad Complutense de Madrid y presidenta del Grupo de Dermatología Psiquiátrica de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), la calvicie y la potencia sexual "no tienen nada que ver porque, aunque las hormonas masculinas influyen sobre el pelo, no es por la cantidad, sino desde el punto de vista genético".
Sin embargo, diversos estudios han demostrado, estadísticamente, que los hombres calvos presentan una mayor incidencia de problemas cardíacos, una asociación que podría estar relacionada al hecho de que "muchas hormonas que tienen influencia sobre el pelo la tienen también sobre el metabolismo, la resistencia a la insulina o la tensión arterial". "Todo ello a su vez recuerda repercute en el corazón".
A las mujeres con calvicie también les afectarían más las enfermedades cardíacas, pero que en ellas está asociada a otros problemas de la androgenización, como el exceso de vello o las menstruaciones irregulares, según explica Guerra.
En relación con los problemas capilares de las mujeres, el libro 'Convivir con los Problemas Capilares' explica misterios, como por qué algunas mujeres nunca podrán llegar a tener una melena larga o qué hay que hacer para saber si un pelo está sano.
Asimismo, desmonta mitos relacionados con la gomina o la laca y su supuesto efecto perjudicial o con qué frecuencia es apropiado emplear tintes.
Por otra parte, habla de los distintos tipos de alopecia y su relación con otras enfermedades, como la alopecia areata y su relación con los problemas de tiroides o la dermatitis atópica.
Asimismo, explica los trastornos psicológicos o carenciales asociados a la caída del cabello y cómo algunos productos 'como la vitamina A, el ácido bórico de algunos enjuagues bucales o ciertos fármacos para el colesterol' pueden provocar la caída del cabello.
Según la doctora Guerra, "los casos de calvicie están aumentando, sobre todo entre las mujeres, en quienes el problema podría ocultar un componente hormonal agravado por el estrés".
"Los tratamientos hormonales podrían ser una solución. Incluso se están comenzando a valorar técnicas como la terapia génica o el láser.
Hay que seguir investigando porque, en el futuro, se podría generar pelo a partir de células madre y después insertarlo", señala la experta, para quien "lo importante es no abandonar la búsqueda de soluciones, pues en muchos casos no se cura, pero se mejora".
Más de 14 millones de españoles padecen algún problema de alopecia, una cifra que puede incrementarse cada año en unos 100.000 nuevos casos, según datos de la compañía multinacional Svenson, dedicada a la salud del cabello.
La alopecia androgenética es el tipo de alopecia más común. El 90 por ciento de los hombres mayores de 21 años tiene entradas y el 50 por ciento de los hombres mayores de 40 años tiene la zona de la coronilla despoblada de pelo. Fuente: EP
Según señala a Europa Press la doctora Guerra, profesora titular de Dermatología de la Universidad Complutense de Madrid y presidenta del Grupo de Dermatología Psiquiátrica de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), la calvicie y la potencia sexual "no tienen nada que ver porque, aunque las hormonas masculinas influyen sobre el pelo, no es por la cantidad, sino desde el punto de vista genético".
Sin embargo, diversos estudios han demostrado, estadísticamente, que los hombres calvos presentan una mayor incidencia de problemas cardíacos, una asociación que podría estar relacionada al hecho de que "muchas hormonas que tienen influencia sobre el pelo la tienen también sobre el metabolismo, la resistencia a la insulina o la tensión arterial". "Todo ello a su vez recuerda repercute en el corazón".
A las mujeres con calvicie también les afectarían más las enfermedades cardíacas, pero que en ellas está asociada a otros problemas de la androgenización, como el exceso de vello o las menstruaciones irregulares, según explica Guerra.
En relación con los problemas capilares de las mujeres, el libro 'Convivir con los Problemas Capilares' explica misterios, como por qué algunas mujeres nunca podrán llegar a tener una melena larga o qué hay que hacer para saber si un pelo está sano.
Asimismo, desmonta mitos relacionados con la gomina o la laca y su supuesto efecto perjudicial o con qué frecuencia es apropiado emplear tintes.
Por otra parte, habla de los distintos tipos de alopecia y su relación con otras enfermedades, como la alopecia areata y su relación con los problemas de tiroides o la dermatitis atópica.
Asimismo, explica los trastornos psicológicos o carenciales asociados a la caída del cabello y cómo algunos productos 'como la vitamina A, el ácido bórico de algunos enjuagues bucales o ciertos fármacos para el colesterol' pueden provocar la caída del cabello.
Según la doctora Guerra, "los casos de calvicie están aumentando, sobre todo entre las mujeres, en quienes el problema podría ocultar un componente hormonal agravado por el estrés".
"Los tratamientos hormonales podrían ser una solución. Incluso se están comenzando a valorar técnicas como la terapia génica o el láser.
Hay que seguir investigando porque, en el futuro, se podría generar pelo a partir de células madre y después insertarlo", señala la experta, para quien "lo importante es no abandonar la búsqueda de soluciones, pues en muchos casos no se cura, pero se mejora".
Más de 14 millones de españoles padecen algún problema de alopecia, una cifra que puede incrementarse cada año en unos 100.000 nuevos casos, según datos de la compañía multinacional Svenson, dedicada a la salud del cabello.
La alopecia androgenética es el tipo de alopecia más común. El 90 por ciento de los hombres mayores de 21 años tiene entradas y el 50 por ciento de los hombres mayores de 40 años tiene la zona de la coronilla despoblada de pelo. Fuente: EP
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