jueves, 7 de mayo de 2009

El estado permanente de tensión incrementa el riesgo cardíaco

SALUD
Claves para evitar el estrés producido por los vaivenes laborales. En tiempos de crisis económica, es fundamental mantener la calma y evitar caer en hábitos nocivos como el tabaquismo, el abuso de cafeína y la alimentación poco sana. También es importante encontrar momentos de paz en medio de la rutina.

La inestabilidad laboral que se vive a nivel mundial impone un ritmo de trabajo en el cual el protagonista es el estrés. Se trata de un cuadro complejo que se manifiesta en el modo de llevar adelante una tarea y a través de síntomas como la angustia, el pánico, el mal humor, el insomnio, la adhesión a hábitos como el tabaquismo; y en última instancia, las complicaciones cardíacas cuya prevalencia aumenta.

“Los más propensos a presentarlo son los hombres y mujeres de personalidad ansiosa, los que son muy autoexigentes y los que esperan exageradamente el reconocimiento de sus jefes”, añade el Dr. Marcos Suffriti, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Austral.

¿Qué se puede hacer para estar preparados y –a pesar de todo– conseguir la paz para aprovechar el momento de “quiebre”? Según el Dr. Suffriti, “el estrés en general y el provocado por el trabajo tienen distintos abordajes.
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Mientras que hay personas que pueden contrarrestarlo con más momentos de descanso, con yoga, ejercicio físico o las actividades recreativas y lúdicas; otras necesitan un tratamiento psicoterapéutico para entender bien cuáles son los factores estresantes y cuáles sus recursos personales para enfrentar adecuadamente dichos factores. Finalmente, en algunos casos hace falta recurrir a psicofármacos como los ansiolíticos o los antidepresivos”.

“Estamos asistiendo a un escenario particular de estrés en quienes saben que se van a quedar sin empleo y conviven con una profunda sensación de incertidumbre, pero además en aquellos que aún permaneciendo en sus puestos sienten angustia por no saber qué va a pasar”, agrega el Dr. Pablo Wizemberg, psiquiatra especialista en trastornos de ansiedad y calidad de vida.
Despedidos

Se publicó recientemente un estudio en el Journal of the American Medical Association (JAMA), en el cual se analizaron los antecedentes y registros médicos de 1000 personas de entre 35 y 59 años que retornaron al trabajo luego de haber sufrido un evento relacionado con el estrés laboral. Al cabo de dos años, aquellos que ocupaban puestos de jerarquía presentaron más del doble de posibilidades de repetir el cuadro.

Esto se debería no solo a la jerarquía laboral de la persona, sino también a las ‘vías de escape’: tabaquismo, los desórdenes del ritmo alimentario y largas horas de vigilia.

Los científicos explican que el estrés laboral repercute en el corazón porque sitúa al organismo en un estado de tensión permanente en el cual intervienen cuestiones psicológicas, psíquicas y fisiológicas que provocan, por ejemplo, el incremento de la presión arterial y la adrenalina. Cuando esto sucede, la posibilidad de tener un ataque cardíaco u otro evento cerebrovascular se incrementa.

La esfera social no es tampoco inmune a los efectos del estrés laboral: “Es frecuente la asociación entre ser despedido y abandonar determinadas actividades que antes se realizaban”, puntualiza la Lic. Gabriela Martínez Castro, psicóloga y directora del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA).

Agrega que con la pérdida del puesto se desencadena una ansiedad que puede provocar patologías como trastornos de pánico, ansiedad generalizada y fobia social por buscar alejarse del círculo íntimo, a veces por creer que se perdió un determinado status.

Los especialistas coinciden en recomendar a las personas afectadas que busquen momentos de paz en la rutina diaria, que realicen actividad física y recreativa para distenderse y que recurran al asesoramiento psicológico. Fuente: Hospital Universitario Austral.

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