En la hora de mayor audiencia televisiva, el presidente de los Estados Unidos, informó que unos 10 mil hombres dejarán ese país en 2011 y unos 33 mil en el próximo año, en lo que será una progresiva salida militar. "Este repliegue responde a una posición de fuerza", señaló.
El mandatario, que con este anuncio cumple una de sus máximas promesas de campaña, recordó que al asumir su cargo, la guerra había entrado en su séptimo año y el talibán se había reagrupado en Paquistán.
No obstante, si en ese momento ordenaba la regreso de las tropas se podía "provocar la resurgencia de Al Qaeda y los talibanes", explicó. "Por eso decidí enviar 33 mil hombres más", agregó.
"Fue entonces cuando trazamos objetivos claros: revertir el repunte talibán, limitar el accionar de los terroristas y entrenar a las fuerzas locales", indicó.
"Llegamos a esa meta y estamos cumpliendo el compromiso de dejar ese país gracias a nuestros extraordinarios soldados y a nuestros socios", afirmó.
Obama detalló que de aquí a septiembre, saldrán de Afganistán unos 10 mil soldados. "Habremos traido un total de 33 mil para el próximo año.
Después, continuarán regresando a un ritmo continuo", indicó. "Nuestra mision cambiara y será de apoyo y en 2014 el pueblo afgano será responsable de su propia seguridad", subrayó.
Advirtió que "este es sólo el comienzo". "No es el final de nuestro trabajo. Debemos mantener lo que hemos logrado hasta ahora.
La paz no puede llegar a una tierra que conoció tanta violencia sin que haya un advenimiento político".
"La meta es alcanzable: no hay que darle un santuario a Al Qaeda desde donde pueda lanzar ataques", afirmó.
Y propuso la necesidad de construir una alianza con el pueblo afgano "que sea perdurable y que permita atacar a los terroristas acompañando a las fuerzas de ese país si fuera necesario".
La salida de los soldados -en el país islámico hay 100 mil- es un primer paso que se da con cautela ante la advertencia de los líderes del Pentágono, que informaron al mandatario que una salida rápida podría poner en peligro sus avances contra los talibanes.
La decisión de abandonar el país surge en momentos en que la percepción de la opinión pública sobre la necesidad de mantener la presencia militar cambió.
Tras el asesinato del máximo jefe de la red terrorista Al-Qaeda, Osama Bin Laden, la continuación de la guerra dejó de ser una prioridad.
No obstante, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, opinó que la salida "precipitada pondría en peligro los logros obtenidos".
Obama comunicó su decisión telefónicamente a sus aliados. Habló con el propio presidente afgano, Hamid Karzai -quien en los últimos días renovó las críticas a la presencia estadounidense-; con el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen; con el primer ministro británico, David Cameron; con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel.
El regreso de los soldados contribuirá, también, a disminuir el gasto bélico. En momentos que la Casa Blanca se encuentra en una disputa por el gasto público, la guerra implica un costo de casi 10 mil millones de dólares al mes. Fuente: AFP / EFE
El mandatario, que con este anuncio cumple una de sus máximas promesas de campaña, recordó que al asumir su cargo, la guerra había entrado en su séptimo año y el talibán se había reagrupado en Paquistán.
No obstante, si en ese momento ordenaba la regreso de las tropas se podía "provocar la resurgencia de Al Qaeda y los talibanes", explicó. "Por eso decidí enviar 33 mil hombres más", agregó.
"Fue entonces cuando trazamos objetivos claros: revertir el repunte talibán, limitar el accionar de los terroristas y entrenar a las fuerzas locales", indicó.
"Llegamos a esa meta y estamos cumpliendo el compromiso de dejar ese país gracias a nuestros extraordinarios soldados y a nuestros socios", afirmó.
Obama detalló que de aquí a septiembre, saldrán de Afganistán unos 10 mil soldados. "Habremos traido un total de 33 mil para el próximo año.
Después, continuarán regresando a un ritmo continuo", indicó. "Nuestra mision cambiara y será de apoyo y en 2014 el pueblo afgano será responsable de su propia seguridad", subrayó.
Advirtió que "este es sólo el comienzo". "No es el final de nuestro trabajo. Debemos mantener lo que hemos logrado hasta ahora.
La paz no puede llegar a una tierra que conoció tanta violencia sin que haya un advenimiento político".
"La meta es alcanzable: no hay que darle un santuario a Al Qaeda desde donde pueda lanzar ataques", afirmó.
Y propuso la necesidad de construir una alianza con el pueblo afgano "que sea perdurable y que permita atacar a los terroristas acompañando a las fuerzas de ese país si fuera necesario".
La salida de los soldados -en el país islámico hay 100 mil- es un primer paso que se da con cautela ante la advertencia de los líderes del Pentágono, que informaron al mandatario que una salida rápida podría poner en peligro sus avances contra los talibanes.
La decisión de abandonar el país surge en momentos en que la percepción de la opinión pública sobre la necesidad de mantener la presencia militar cambió.
Tras el asesinato del máximo jefe de la red terrorista Al-Qaeda, Osama Bin Laden, la continuación de la guerra dejó de ser una prioridad.
No obstante, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, opinó que la salida "precipitada pondría en peligro los logros obtenidos".
Obama comunicó su decisión telefónicamente a sus aliados. Habló con el propio presidente afgano, Hamid Karzai -quien en los últimos días renovó las críticas a la presencia estadounidense-; con el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen; con el primer ministro británico, David Cameron; con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel.
El regreso de los soldados contribuirá, también, a disminuir el gasto bélico. En momentos que la Casa Blanca se encuentra en una disputa por el gasto público, la guerra implica un costo de casi 10 mil millones de dólares al mes. Fuente: AFP / EFE
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