Recientes un estudios sugieren que los bebés amamantados son menos propensos a morir por el síndrome de muerte súbita del lactante.
La leche materna protege a los bebés de infecciones menores, que, según los autores, además aumentan la probabilidad de que ocurra la muerte súbita
Mientras que los resultados no pueden probar que la lactancia reduce el riesgo de muerte súbita del lactante (SMSL), los autores escriben en la revista Pediatrics que otras explicaciones serían poco probables.
“La lactancia es el mejor método para alimentar a los bebés”, dijo Fern Hauck, de la Escuela de Medicina de la University of Virginia, en Charlottesville. El SMSL, o muerte de la cuna, es la muerte repentina e inexplicable de un bebé menor de 1 año.
Es más común en niños de entre 2 y 4 meses, según los Institutos Nacionales de Salud; cada año mueren unos 2.500 bebés por esa causa en los Estados Unidos.
Se desconoce la causa, pero se sabe que los bebés afroamericanos y los varones son más propensos a morir por SMSL; los padres pueden reducir el riesgo si colocan a sus bebés de espaldas para dormir y sin demasiado calor.
La lactancia protege a los bebés de infecciones menores, que, según los autores, además aumentan la probabilidad de que ocurra la muerte súbita. La Organización Mundial de la Salud, entre otros, recomienda la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida.
El equipo de Hauck combinó datos de 18 estudios en los que les habían preguntado a las madres de bebés, que habían o no muerto por SMSL, si amamantaban a sus hijos.
Los autores hallaron que el SMSL era un 60 por ciento menor cuando los bebés recibían algo de leche materna y más de un 70 por ciento menor en los bebés alimentados con lactancia exclusiva (sin fórmula).
Eso llevó a concluir que la lactancia, independientemente de su duración, protege a los bebés de la muerte súbita.
Los autores señalan que se necesitan más estudios para comprobar si la duración de la lactancia influye en el riesgo de SMSL.
El análisis no prueba que exista una relación causa-efecto entre la lactancia y el riesgo de SMSL, pero Hauck dijo que “está bastante convencida” de que así sea.
“Hallamos un efecto protector aun tras controlar factores que podrían explicar la relación”, dijo Hauck, como considerar que las fumadoras son menos propensas a amamantar y más propensas a tener un bebé que muera por SMSL.
Hauck agregó que, junto con la lactancia, dormir en la misma habitación que los padres, pero no en su cama, y hacerlo con chupete, genera menor riesgo de morir súbitamente.
Los resultados, según los autores, destacan la importancia de promover los efectos positivos de la lactancia en las madres y los bebés. Fuente: Reuters
La leche materna protege a los bebés de infecciones menores, que, según los autores, además aumentan la probabilidad de que ocurra la muerte súbita
Mientras que los resultados no pueden probar que la lactancia reduce el riesgo de muerte súbita del lactante (SMSL), los autores escriben en la revista Pediatrics que otras explicaciones serían poco probables.
“La lactancia es el mejor método para alimentar a los bebés”, dijo Fern Hauck, de la Escuela de Medicina de la University of Virginia, en Charlottesville. El SMSL, o muerte de la cuna, es la muerte repentina e inexplicable de un bebé menor de 1 año.
Es más común en niños de entre 2 y 4 meses, según los Institutos Nacionales de Salud; cada año mueren unos 2.500 bebés por esa causa en los Estados Unidos.
Se desconoce la causa, pero se sabe que los bebés afroamericanos y los varones son más propensos a morir por SMSL; los padres pueden reducir el riesgo si colocan a sus bebés de espaldas para dormir y sin demasiado calor.
La lactancia protege a los bebés de infecciones menores, que, según los autores, además aumentan la probabilidad de que ocurra la muerte súbita. La Organización Mundial de la Salud, entre otros, recomienda la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida.
El equipo de Hauck combinó datos de 18 estudios en los que les habían preguntado a las madres de bebés, que habían o no muerto por SMSL, si amamantaban a sus hijos.
Los autores hallaron que el SMSL era un 60 por ciento menor cuando los bebés recibían algo de leche materna y más de un 70 por ciento menor en los bebés alimentados con lactancia exclusiva (sin fórmula).
Eso llevó a concluir que la lactancia, independientemente de su duración, protege a los bebés de la muerte súbita.
Los autores señalan que se necesitan más estudios para comprobar si la duración de la lactancia influye en el riesgo de SMSL.
El análisis no prueba que exista una relación causa-efecto entre la lactancia y el riesgo de SMSL, pero Hauck dijo que “está bastante convencida” de que así sea.
“Hallamos un efecto protector aun tras controlar factores que podrían explicar la relación”, dijo Hauck, como considerar que las fumadoras son menos propensas a amamantar y más propensas a tener un bebé que muera por SMSL.
Hauck agregó que, junto con la lactancia, dormir en la misma habitación que los padres, pero no en su cama, y hacerlo con chupete, genera menor riesgo de morir súbitamente.
Los resultados, según los autores, destacan la importancia de promover los efectos positivos de la lactancia en las madres y los bebés. Fuente: Reuters
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