viernes, 22 de abril de 2011

Benedicto XVI advierte la pérdida de la fe en Occidente

Benedicto XVI lamentó, en su homilía de Jueves Santo, el abandono de la religión en los países europeos y americanos.

"¿Acaso no nos hemos convertido en un pueblo de incredulidad y de lejanía de Dios?", interrogó

El sumo pontífice indicó que a veces parece que el pueblo occidental se aburrió de su propia historia y cultura.

"¿No es verdad que el Occidente, que los países centrales del cristianismo están cansados de su fe y aburridos de su propia historia y cultura, que ya no quieren conocer la fe en Jesucristo?", cuestionó.

"¿Somos verdaderamente el santuario de Dios en el mundo y para el mundo? ¿Abrimos a los hombres el acceso a Dios o, por el contrario, se lo escondemos? Nosotros ¿acaso no nos hemos convertido en un pueblo de incredulidad?", manifestó.

Destacó el amor de Dios por los hombres y aseguró que "nos espera", pero a la vez expresó sus dudas sobre si los hombres desean "de verdad" a Cristo.

"¿Sentimos en nuestro interior el impulso de ir a su encuentro? ¿Anhelamos su cercanía, ese ser uno con él, que se nos regala en la Eucaristía? ¿O somos, más bien, indiferentes, distraídos, ocupados totalmente en otras cosas?".

Acercándose a su sexta Pascua al frente de la Iglesia Católica, señaló que la beatificación, el 1 de mayo, de su antecesor, Juan Pablo II, podría ser una oportunidad para recordar a un hombre de una gran fe.

"No obstante, toda la vergüenza por nuestros errores, no debemos olvidar que también hoy existen ejemplos luminosos de fe; que también hoy hay personas que, mediante su fe y su amor, dan esperanza al mundo",agregó.

Esa ceremonia promete ser el mayor evento en Roma desde la muerte del carismático Papa polaco en 2005, cuando millones de personas asistieron a su funeral.

Benedicto XVI conmemoró en la misa la fundación del sacerdocio por parte de Cristo durante la Última Cena, la noche anterior a su muerte. Cumplió, además, el ritual del lavatorio de pies imitando lo hecho por Jesús con sus apóstoles.

El dinero que se recogió durante la ceremonia se destinará a los damnificados por el terremoto y el posterior tsunami que sacudieron a Japón y que se cobraron miles de víctimas.

El Viernes Santo, el Papa presidirá en el Vaticano la Pasión del Señor y, por la noche, acudirá al Coliseo romano para encabezar el tradicional Vía Crucis. Fuente: EFE-Reuters

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