sábado, 30 de abril de 2011

Corte Federal de apelaciones respaldó que los Estados Unidos derive fondos para los estudio de células madre

Una corte federal de apelaciones respaldó que el Estado derive fondos públicos a tal fin. La decisión fue celebrada por la Casa Blanca.

Las investigaciones son esperanzadoras para enfermos graves.

"Los demandantes no demostraron tener posibilidad alguna de ganar", estimó en su decisión el tribunal en Washington.

La investigación sobre células madre embrionarias, prometedora para curar numerosas enfermedades graves como la diabetes, el mal de Parkinson, el Alzheimer o las parálisis, había sido autorizada de nuevo por el presidente estadounidense, Barack Obama, en marzo de 2009 tras ocho años de prohibición.

Pero el 23 de agosto del año pasado, el juez federal Royce Lamberth ordenó su suspensión tras darles la razón a dos científicos y a varias organizaciones cristianas que se oponían.

Durante la prohibición de sustento público a los estudios, sólo avanzaron los trabajos en el sector privado.

La nueva sentencia fue saludada por la administración demócrata. El vocero Nick Papas señaló que "la investigación responsable tiene el potencial de tratar algunas de nuestras enfermedades y afecciones más devastadoras y le brinda una esperanza a muchas familias en todo el mundo".

"La decisión constituye una victoria para científicos y pacientes de todo el mundo", agregó.

Las células madre embrionarias provienen del embrión humano en la primera etapa de gestación.

Se llaman así porque son el origen de todas las demás células. Los científicos estiman que pueden transformarlas en cualquier otra unidad del cuerpo -cardíaca, pancreática o cerebral, por ejemplo- para reemplazar a las dañadas o enfermas. Eso permitiría la reconstrucción de tejidos u órganos enfermos.

Los detractores de estos avances médicos consideran al embrión como un ser humano completo. Se oponen a que el Estado federal financie pruebas que conlleven a la destrucción de embriones, a pesar de que sea para salvar otras vidas.

En su fundamentación judicial, interpusieron la enmienda Dickey Wicker, adoptada por el Congreso en 2006, la cual no permite el uso de fondos públicos en cualquier procedimiento que comprenda la destrucción de fetos.

Sin embargo, la Corte de Apelaciones entendió que la norma no prohíbe la financiación pública de un proyecto que utilice células madre provenientes de un embrión, ya que no son lo mismo. Fuente: AFP

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